domingo, 6 de marzo de 2011

Y aquí esta historia se acaba...

No se me antoja por ningun motivo, razón o circunstancia

volar esta noche hasta tu paraíso para contemplar tu rostro,

me encanta viajar en metro a las 11:30 de la noche con las luces apagadas

pero aborrezco que se haya apagado la chispa de tus luces de bengala,

no quiero, no me nace salir al patio y contar las estrellas esta noche

porque tengo miedo de comenzar y no poder parar y que se me haga vicio,

un científico anunció en la radio que habían hallado la cura contra el cáncer

pero yo sigo pensando que es mejor tomarse un helado de chocolate para las penas,

a la luz de la luna llena con sabor nostalgia azucarada y miel amarga

bebí del vino que me regalaste, aquel que dices que viene de un país impronunciable,

hoy derramé sólo dos lágrimas por tí, ahí tienes tu cuota del día, disfrútalas amor

mientras tanto yo haré tus maletas para correrte definitivamente de mi corazón,

disfruta la luna, las estrellas, el helado de chocolate con ron... las uvas del vino

yo me largo a buscar nuevos horizontes donde tu nombre no se pronuncie jamás,

me marcho lleno de sueños rotos, los zapatos gastados y sucios y mi pluma melancólica

la misma con que te escribí 1147 poemas y sólo leíste 5...

(sin contar éste que aqui termina).

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