sábado, 12 de marzo de 2011

Etéreos Recuerdos

Se dice que todos los que amamos
exageramos de todas las cosas,
yo prometo extrañarte muchísimo
a partir de mañana dos días, dos horas,
el amor no conoce a los pecadores
sólo a cuerpos que se entregan,
almas que se abrasan en las llamas
y un sol que nunca de noche descansa,
es tan difícil tenerte y perderte,
porque mi terca memoria te extraña,
aunque "nomeacuerdo" fuera tu nombre
sería difícil digerirte en un poema,
el amor no sabe a recuerdos tristes,
tiene palabras que caen de los ojos
pero no lágrimas que desprenden sentimientos,
tiene cientos de manos que atrapan instantes
pero no imágenes que estanquen en el pensamiento,
las espinas de mi corazón sangran a destiempo
como la pasión que hace hablar a los mudos
y la zalea con que se unge a los enfermos,
dos cuerpos que se aman todo nos dicen,
todo nos enseñan, todo lo sabemos,
después de las doce salen los espíritus
para encontrarse con el ser amado
 y algunos regresan a su sepulcro
con olor a tierra seca en las manos,
 pero eso no me lastima tanto, me enternece;
 después de mañana, nada ha pasado
el mismo costado no siempre me duele
por eso es que siempre te extraño tanto,
 un poco de tí has dejado en todas mis cosas,
la alacena la encuentro repleta de regaños
y el gato que busca tus dóciles manos
ayer escupió una bola de tus cabellos,
por eso no siempre te extraño,
 el árbol tiró una ciruela ayer por la mañana,
mientras leía de Neruda un poema
 después silencio, el mar no huele a nada
pero eso no me preocupa tanto, el gato...
el triste gato y la alacena abandonada
son lo que me ocupan ahora el pensamiento,
amarte es conjugarte en tiempo pretérito,
donde había dos cuerpos, un gato y la alacena
  y un ciruelo etéreo, repletos de secos recuerdos.

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