viernes, 1 de abril de 2011

Hay veces...

Hay veces que es necesario escribir sin contemplaciones
hasta que sangren las palmas de las manos como un Cristo
hasta sentir parte nuestra cada una de las letras que broten
hasta tener callos en las puntas de los dedos por el teclado


Hay veces que es necesario escribir sin razonamientos
hasta ver que las ideas nacen solas como un manantial
hasta que las palabras se apareen como animales salvajes
hasta que salga todo esto que se enreda en mis neuronas


Hay veces que es necesario escribir de un modo inocuo
hasta que cada párrafo se sienta como la mejor medicina
hasta ver que la inocencia se mezcle con los vicios del hombre
hasta sentir alivio por liberarnos de nuestros fantasmas


Hay veces, hay muchas veces que se vuelve necesario
abrir las venas literarias mientras contenemos el aliento
hasta que se deje de sentir este nudo en la garganta
hasta que calme ésta terrible comezón de mis dedos. 

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