jueves, 24 de noviembre de 2011

El silencio de las cosas suele ser tan sórdido

El silencio de las cosas suele a veces ser tan sórdido, tu cuerpo esperando que pinte mis vivencias sobre su lienzo virgen, una mirada que sólo llega a la mitad de la memoria y entonces, como si nada, muere... ya me habían dicho que todas las noches firmas complicidades con la luna, pero nunca me dijeron que las estrellas también escondían tus secretos, pronto acallas el hambre de mis besos regalándome el poema que escribiste nuestra última noche; en tanto huyes, haces tu equipaje y me dejas el recibo sin pagar de todas las deudas que quedaste a deberme, de todos los abrazos que quedaron en el aire y de todas las palabras que se quemaron en la chimenea junto a tu libreta de poemas que nunca concluiste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escúpele aquí tu ponzoña...